Llevamos más de 3 días de encalmadas. Días de monotonía y aburrimiento donde las pelis, los libros y los ratos al sol son el único aliciente que tenemos a bordo (En la foto de portada tenemos a Jota haciendo la fotosíntesis). Eso y por supuesto decidir cuál va a ser el menú del día!

Los días van pasando acompañados del monótono ruido del motor. Pero tan pronto como notamos que una ligera brisa empieza a soplar nos ponemos manos a la obra y tratamos de aprovechar al máximo los pocos ratitos de viento. Sacamos mayor, desenrollamos génova, cazamos al máximo y ajustamos las velas para comprobar que tan sólo conseguimos unos míseros 3 nudos de velocidad y a un rumbo que no es el nuestro, pero nos da exactamente igual mientras dejemos de escuchar el motor por unas horas o por lo menos el tiempo suficiente hasta que volvamos a quedarnos parados por falta de viento.

Jota y yo comentamos lo difícil que sería para las naves españolas que regresaban de las indias cargadas de oro estas encalmadas en medio del océano. Nosotros lo tenemos fácil, arrancamos motor y nos movemos a 5 nudos al rumbo que queremos. Pero ellos debían esperar a que llegase el próximo frente para poder avanzar.

Las encalmadas sin poder moverse son desquiciantes. Para muchos es incluso peor que un temporal con rachas de 60 nudos. Hay ocasiones y lugares donde las encalmadas pueden llegar a durar semanas y el balanceo del barco provocado por la mar de fondo hace que esas semanas acaben agotando mucho más que el peor de los temporales. 

Por suerte, en el Saramia disponemos de 500 litros de gasoil. 400 litros en depósito y 100 litros en bidones. En estos 3 días largos que estamos en las encalmadas habremos consumido un tercio de la capacidad del depósito. No vamos mal de gasoil, además, nuestra intención es parar en Azores y repostar por lo que de momento no estamos muy preocupados por el consumo. 

Hace dos días descubrimos que las placas no cargaban las baterías. Estuvimos revisando toda la instalación hasta que descubrimos donde estaba el problema. El regulador de carga victron había sido golpeado por parte de la ola que nos entró cuando tuvimos el temporal. El agua salada había afectado a los bornes y del regulador salía el típico olor a electrónica chamuscada. Rápidamente desconectamos toda la instalación para evitar un incendio a bordo. Nos hemos quedado sin poder cargar las baterías con los paneles solares. En este momento que estamos utilizando tanto el motor no hay mayor problema, las baterías las vamos cargando con el alternador del motor. Cuando salgamos de las encalmadas nos tocará mover el generador 2 o 3 horas al día para cargar baterías, dependiendo del consumo que hayamos tenido. Estamos pensando en desconectar la nevera y utilizar solamente el congelador. Ya no disponemos de alimentos frescos y casi todo lo que hay en la nevera es presci ndible.

Y poco más que contar desde el medio del océano. Estamos cerca del punto más alejado de cualquier civilización. También estamos cerca del Ecuador de nuestra aventura. Calculamos que llegaremos a Valencia a finales de Junio o principios de Julio y eso son por lo menos 25 días más. Dependerá del tiempo que estemos en Azores esperando una buena meteo para cruzar a la península. Esperemos que la cosa no se complique mucho más porque las ganas que tenemos de abrazar a la familia son inversamente proporcionales a las millas que nos quedan por llegar. 

Día 23:  114 millas.
Total acumulado: 2489 millas.
Posición a las 13:00 UTC del 5 de Junio de 2020: 34°26.644N 53°11.341W

Día 24: 107 millas.
Total acumulado: 2596 millas.
Posición a las 13:00 UTC del 6 de Junio de 2020: 34°04.954N 51°12.937W

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2 comments
  1. Un juego para la encalmada:
    Varios policías vigilan un cuartel de delincuentes en el que quieren infiltrarse pero para el que necesitan una contraseña. Una persona llama a la puerta del local y una voz dice desde el interior “8”, a lo que esa persona contesta “4”. Llega otro y le dicen “14”, a lo que contesta “7”. Al tercero le dicen “18” y contesta “9”.
    Uno de los policías llega a la puerta del local, confiado en que sólo tiene que dividir el número que le digan entre dos. La voz del interior le dice “0”, a lo que responde “0”. Sin embargo, en lugar de dejarle pasar le disparan.
    Otro policía intenta lo mismo que su compañero. La voz le dice “6”, pero cuando él contesta “3”, también le disparan. ¿Cuál ha sido el error de los policías?

    Ánimo tripulación! A cavilar!!

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