Nos encontramos navegando por el mar de los sargazos. Y pese a lo que su nombre indica, no estamos encontrando tanto sargazo como el que encontramos durante el paso de los vientos entre Cuba y Haití.

Ya han pasado dos semanas desde que salimos de Panamá.

Maria y las nenas ya han pasado oficialmente la cuarentena tras haber estado 2 semanas encerradas sin tener contacto “casi” con nadie. Las abuelas estaba claro que no iban a cumplir la cuarentena a rajatabla. Si una abuela es capaz de cruzar el océano navegando para venir a ver a sus nietas, un simple virus iba a evitar que pudiese abrazarlas y tocarlas después de tanto tiempo, yo no lo tenía muy claro. Pero bueno, como era de esperar no se han contagiado ni ellas ni ninguno de los amigos que volaban junto con ellas desde Panamá. Todas y todos muy sanitos y listos para retomar la vida social. 

Nosotros también podemos decir que estamos libres de virus después de estar 14 días aislados del mundo.

Nos han llegado noticias de que una nueva ley del gobierno obligará a todos aquellos que llegan del extranjero mantener una cuarentena de dos semanas antes de poder relacionarse con el resto de gente. ¿Nos harán estar a nosotros dos semanas más en el barco tras haber pasado más de 40 días en el mar? Posiblemente si, porque estas leyes que entran en vigor de forma tan precipitada no suelen llevar excepciones. ¿Pero quien nos controlará que sigamos la cuarentena que marca la ley?, la Guardia Civil?, el marinero del puerto?, podremos alegar que somos una excepción? En fin, preguntas interminables a las cuales no hemos dedicado más de 5 minutos de nuestro tiempo infinito a bordo porque no tiene sentido preocuparse de algo que vemos tan lejano en estos momentos. Lo que tenga que ser será y lo asumiremos con paciencia infinita. Esa paciencia que la mar nos esta ayudando a fortalecer. 

Llevamos navegando las últimas 24 horas con mayor y genova a todo trapo. El viento no supera los 15 nudos y las olas no superan el medio metro. Una navegación perfecta. Vamos ciñendo todo lo que podemos pero el barco no da pantocazos y la escora es soportable.

La previsión es que para esta noche el viento suba y venga un poquito más del este. Nos tocará sacar trinqueta y seguramente empiecen los pantocazos. Lo más seguro es que estemos así durante dos días para después coger los vientos del sur que se van a formar y que nos deberían llevar con vientos de través o aleta hasta las Azores. Crucemos los dedos para que la previsión se mantenga. 

La foto de portada es lo más destacado del día de ayer. Un pajarillo estuvo unos 20 minutos dando vueltas por la bañera del Saramia hasta que finalmente decidió posarse en la rueda de timón.

Si esta anécdota fue lo más destacado del día de ayer os podéis hacer una idea de lo monótona y aburrida que esta siendo la navegación en estos dos primeros días de cruce del atlántico. Aunque ya firmabamos para que fuese así hasta llegar a España. 🙂 

Día 14: 133 millas.
Total acumulado: 1310 millas.
Posición a las 13:00 UTC: 26°40.574N 72°06.881W

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