Hemos pasado un invierno mas duro de lo normal. Muchos días de lluvia y mal tiempo.

Un alquiler que tenía para 4 días se ha tenido que retrasar hasta en 3 ocasiones por culpa de la meteo.

A finales de febrero ya estaba cansado de no haber navegado prácticamente nada en todo el invierno y decidí organizarme una travesía a Ibiza yo solo para quitarme el mono. La idea inicial era ir un día y regresar el siguiente y hacer noche en el fondeo.

La fecha marcada fue el 1 de Marzo y unos días antes se lo comenté a mi madre porque sabría que le haría ilusión. Efectivamente, se apunto tras consultarlo con la almohada esa noche.

Hicimos noche en el barco el 28 de Febrero y salimos la madrugada del día 1 de Marzo.

Mar con olas de medio metro y poco viento para poder navegar a vela. Por lo que nos tocó navegar a motor prácticamente hasta la mitad de la travesía cuando por fin pudimos sacar velas y navegar en ceñida durante un par de horas.

 

 

Fue en un momento de la navegación a vela cuando detecte que algo no iba bien.

En el Saramia, cuando paras el motor y navegas a vela la hélice que por el movimiento sigue girando, genera un ligero zumbido bastante molesto. Eliminar este zumbido es simple, solo hay que poner la palanca del motor atrás para bloquear la hélice.

Pero en ese momento al poner el mando atrás el sonido no dejó de sonar. Que raro!! Podemos decir que no soy un lobo de mar o simplemente estaba relajado, pensé que algo podría ir mal pero no le di mayor importancia. Pasado un rato cuando el viento empezó a caer, decidí arrancar el motor.

El motor arrancó a la primera, como siempre, pero a los 5 segundos el motor se paró. El cuerpo se tensa.

Vuelvo a arrancar el motor y pongo avante y noto que el barco no avanza y no gira la hélice, el motor de nuevo se vuelve a parar a los 5 segundos. El cuerpo se tensa un poco mas.

Decido abrir la puerta del motor aun sabiendo que no entiendo absolutamente nada de motores. Al abrir la puerta me encuentro un charco de aceite totalmente negro en la sentina debajo del motor. Empiezo a ponerme nervioso. Miro por todos lados para ver si detecto alguna goma rota por donde haya salido el aceite. No encuentro absolutamente nada y decido llamar a Ramón de la náutica que es el que se encarga de llevar el mantenimiento del motor. Le explico lo sucedido y me comenta que puede que haya una fuga por algún lado y se haya salido todo el aceite. La solución que me da es que rellene el aceite de nuevo y vuelva a arrancar el motor para ver por donde sale el aceite.

Mi madre está descansando en su camarote y finalmente decido informarle del problema para que me ayude para rellenar el aceite del motor.

Una vez rellenado el motor lo arranco y compruebo que no pierde aceite por ningún lado. Vuelvo a llamar a Ramón y le explico lo sucedido y le doy mas detalles de lo que ocurre cuando arranco el motor.

Me sugiere que vea a ver el eje del motor y el inversor que se encuentran en la parte de atrás. Cuando levanto la madera veo que le falta un trozo al eje hasta llegar al inversor. El acojone es total. Le digo a Ramón que al eje le falta un trozo, enseguida él ya sabe donde esta el problema y me dice que no es que falte un trozo, sino que el eje se ha soltado del inversor y por este motivo se ha desparramado todo el aceite del inversor.

Lo siguiente que me pregunta es si la hélice sigue girando. Le respondo que si. Me dice que hay que bloquear el eje para que no siga girando o de lo contrario puede llegar a romper la bocina (parte de goma dura, de color negro en la foto, que permite que el eje gire y no permite que entre agua por el eje).

Al estar navegando a vela es imposible detener el eje del motor y subirlo hacia arriba.

Subo arriba y recojo el genova y me pongo proa al viento para detener completamente el avance del barco. Una vez hecho esto si que consigo subir el eje hacia arriba y afianzarlo a un punto fijo para que no siga girando y no roce con la bocina.

En este momento ya me relajo un poco mas y decido llamar a Salvamento Marítimo para explicarles la situación.

Mi madre a todo esto me decía que estaba bien, que no me preocupara por ella… Unos días después me entere que lo estaba pasando fatal, pero prefirió no caldear el ambiente. Punto para ella!

Salvamento Marítimo me indica que estamos muy lejos de puerto, que debemos llegar hasta San Antonio navegando a vela y ellos saldrán a remolcarnos cuando estemos a 2 o 3 millas.

Como suele ser habitual el viento viene de donde tu quieres ir. No hay mas remedio que hacer bordos para poder acercarnos hasta el puerto de San Antonio.

Cuando estamos a 5 millas se acerca la lancha de salvamento marítimo y nos indica que debemos seguir navegando para acercarnos mas a puerto, que es la forma mas sencilla de remolcarnos.

Es el momento hacer fotos y videos para inmortalizar el momento. Ya no hay nervios. Tanto mi madre como yo estamos tranquilos y sabemos que mas tarde que pronto llegaremos a puerto.

Cuando nos encontramos a 2 millas de puerto nos lanzan el cabo y nos remolcan hasta el puerto de San Antonio.

Realizamos un atraque perfecto. De manual!

Tras los agradecimientos y felicitaciones por el buen atraque que hemos tenido nos despedimos de los chicos de Salvamento Marítimo y nos vamos mi madre y yo a cenar y pegarnos el merecido homenaje después de la experiencia vivida.

A la mañana siguiente es momento de localizar a un mecánico que este dispuesto a ayudarnos.

Mi madre ya ha tenido suficiente aventura y decide regresar a la península en Ferry.

Yo finalmente consigo reparar el motor a las 12:00h de la mañana y salgo hacía Gandia 5 minutos después.

Una buena travesía de regreso con vientos algo fuertes que llegaban hasta los 22 nudos. Y para finalizar la travesía tengo la suerte de encontrar a la Guardia Civil a las 12 de la noche en la bocana del puerto de Gandia.

Me preguntan de donde vengo. A lo que yo respondo que de Ibiza. Solo? Me preguntan… Si, solo. En ese momento me dicen que vaya al muelle de la gasolinera que ellos me esperan allí.

Tras enseñar todos los papeles (en regla) e inspeccionar los camarotes y todo el equipo de seguridad del barco, me desean las buenas noches y por fin puedo descansar tranquilo después de una travesía mas emocionante de lo normal.

Fin!

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