El 7 de Mayo regresaron Maria, Sara y Mia a Martinica después de haber disfrutado 3 semanas en España. Volvíamos a estar la familia al completo y listos para más aventuras!
Pero antes de volver a navegar todavía teníamos que pasar una semana en St Anne. Durante esa semana estuvimos recorriendo las afueras de St Anne y empezábamos a tener algo de rutina en nuestra vida sin rutinas. Las mañanas las pasábamos en la playa y por las tardes bajábamos al pueblo para que Sara y Mia patinaran y jugaran un rato.
Tras una semana en Martinica realizando compras, arreglando las últimas cosas del barco que quedaban pendientes y tratando de llenar la despensa hasta arriba, el 16 de Mayo pusimos rumbo sur.
Navegamos primero hasta Santa Lucia, el primer país que visitamos tras cruzar el Atlantico en Diciembre. Allí pasamos una noche amarrados a una boya entre los dos Pitones para continuar el día siguiente hacia Sant Vincent.
En nuestra travesía desde St Lucia a St Vincent tuvimos una navegación tranquila, poco viento por la aleta y todo sin problemas hasta que decidimos enrollar el génova llegando a la isla de St Vincent.
Siempre que está Maria en cubierta ella es la encargada de enrollar y yo de ir largando poco a poco la escota. Pero en esta ocasión, Cuando teníamos la mitad del génova todavía fuera, Maria me dice que ya no puede enrollar mas, que el cabo esta muy tenso y lo puede llegar a romper. Tenemos un problema.
El viento no era excesivamente fuerte, unos 20 nudos. Así que decidimos ponernos de popa y ver dónde estaba el problema. Cuando fuimos al enrollador, vimos que una parte de cabo de la vuelta siguiente estaba apretando el trozo de cabo que debía seguir rollando. Por ese motivo se había quedado atrancado y solo lo podíamos sacar pero no enrollar mas de este tramo. Estuvimos intentando pasar el cabo de abajo a arriba pero era imposible, el cabo que estaba por encima ejercía demasiada fuerza sobre el de abajo (el cual debía ser el que estaba por encima para que todo fuese bien) y era imposible sacarlo. Al final decidimos liberar todo el cabo del piano e ir desenrollandolo manualmente del tambor del enrollador hasta llegar al punto donde estaba aprisionado. De esta forma y con un poco de mañana conseguimos liberar el cabo. Ya podíamos enrollar el génova totalmente.
Al final solo fueron 40 minutos los que estuvimos peleando con el enrollador. Y afortunadamente no era una situación de emergencia. Pero siempre que ocurren estas cosas te da que pensar que hubiese ocurrido si en vez de soplar 20 nudos fuesen vientos de 30 o 40 nudos. Habríamos tenido un problema serio.
Navegando hay que estar siempre atento a las maniobras. En este caso el enrollador se atranco porque al sacar el génova no hacia nada de viento y la vela iba saliendo a golpes, fue así cuando el cabo se montó encima del otro dentro del tambor y cuando empezó a soplar el viento y los cabos cogieron tensión era imposible soltarlos. Otra lección aprendida.
Finalmente llegamos a la bahía de Chateaubelair donde echamos el ancla y pudimos tomarnos una buena cerveza después de haber solventado un problema durante la navegación.
En St Vincent tuvimos que añadir una nueva partida de gastos a nuestro presupuesto. Es el gasto de los BOAT BOYS (BB). Los BB son gente local que en su propio dinghy, kayak o como buenamente puedan, van en tu “ayuda” cuando te ven llegar por la bahía.
En este primer fondeo de St Vincent nuestro BB nos ayudó a echar el ancla en el mejor sitio de la bahía, algo para lo cual no necesitamos ningún tipo de ayuda, pero bueno. Le dijimos que adelante, que nos dijese donde echar el ancla. Evidentemente ese es el comienzo para luego terminar vendiendo muchas otras cosas. Frutas, artesanía y servicios como tours por la isla o que te ayuden a hacer el registro de entrada en el país. Son cosas que realmente no necesitas, pero para ayudar un poco en la economía local decidimos que nuestro BB nos ayudara llevándonos a la oficina de Inmigración para realizar los papeleos correspondientes. Por todo ello el BB se gano 30EC, al cambio 10€. Ya estábamos de forma legal en St Vincent y las granadinas!
En este fondeo no había mucho que hacer, así que al día siguiente nos movimos a la bahía de Wallilabou. La bahía de Wallilabou es conocida porque allí se rodaron varias escenas de la película Piratas del Caribe.
El bahia de Wallilabou es un fondeo donde la profundidad de la bahía es de más de 60 metros, solamente cerca de la orilla la profundidad baja hasta los 10 metros. Esto nos obligó a fondear de popa con un cabo a tierra. Era nuestro primer fondeo con un cabo a tierra y la verdad es que la maniobra no salió del todo mal. Una vez anclados y amarrados con un cabo a un árbol (con la ayuda del BB, por supuesto) decidimos bajar a tierra y hacernos las correspondientes fotos en los decorados de Piratas del Caribe y visitar una cascada que se encontraba a media horita caminando.
Los decorados están bastante deteriorados, falta de mantenimiento o simplemente porque eran así cuando hicieron la película, la cuestión es que tampoco había mucho que hacer por allí, así que nos fuimos caminando hasta la cascada donde nos bañamos y pasamos un buen rato.
Al día siguiente decidimos movernos hasta la vecina isla de Bequia, a 17 millas al sur de donde nos encontrábamos.
El fondeo de Bequia es fantástico. Es un fondeo amplio, cerca de la ciudad, con una playa bonita y limpia y con diferentes Boat Boys ofreciéndote pan recién hecho por las mañanas. Un paraíso para los cruceristas! Por todos estos motivos decidimos quedarnos fondeados en Bequia toda una semana.
Allí aprovechamos para visitar la única atracción turística de toda la isla, el Santuario de Tortugas. Decidimos contratar un tour que por 30€ nos llevo a recorrer la isla y a visitar el santuario de tortugas.
Tortugas en libertad hemos visto muchísimas en todo el caribe, pero hasta ese momento no las habíamos podido ver de cerca. El santuario fue el lugar perfecto para hacer un poco de worldschooling y conocer un poco más sobre estas maravillosas criaturas.
El 26 de Mayo levamos ancla y pusimos rumbo a Mustique.
Mustique es una isla privada para clientes de hiper-mega-lujo. La isla tiene construidos dos hoteles super exclusivos y unas 80 villas para los clientes más VIPs del mundo. En realidad la isla es espectacular, totalmente verde y muy bien cuidada. Desde el fondeo podíamos ver varias villas con sus piscinas desbordantes y sus grandes terrazas, cada villa con un diseño diferente. En la pagina web de la isla podéis ver las villas por si alguien se quiere dar un caprichito algún día. Es un disneyland para megaricos. En fechas especificas como Navidad, Semana Santa y Las primeras semanas de Agosto no esta permitido el acceso a la isla, es exclusiva para sus clientes. El resto del año podemos acceder los demás mortales. El fondeo es con boya y tiene un coste de 220 dólares caribeños por 3 noches, que al cambio actual es de 73€. Merece la pena pagar el precio para 3 noches y disfrutar de sus playas y sus arrecifes para practicar snorkel.
Tras Mustique pusimos rumbo al parque Nacional de los Tobago Cays. Teníamos mucha ganas de llegar a los Tobago Cays porque todo el mundo que los ha visitado nos ha dicho que es el mejor lugar del caribe para poder ver tortugas marinas de cerca y en libertad.
El parque nacional es un grupo de islotes rodeados por arrecifes que requieren de una navegación con vigía en la proa para ir controlando el fondo en determinados lugares. Se navega por canales estrechos donde se pueden ver los bajos a ambos lados y la sonda muchas veces esta sobre los 3 metros, cuando el Saramia tiene un calado de 2,30. No queríamos volver a pasar por la experiencia de quedarnos clavados en un banco de arena.
Tobago Cays tiene una gran cantidad de fondeos dentro del parque. Nosotros para las tres primeras noches elegimos el fondeo principal del parque, justo en el centro de 3 islotes y con la barrera de coral al este que nos protegía de las olas pero donde estábamos totalmente expuestos a los vientos alisios. Es una pasada estar fondeado en lugares donde puedes ver romper las olas en el horizonte.
El parque no nos defraudó y pudimos ver tortugas. Muchas tortugas. Grabarlas de cerca, hacerles fotos y casi tocarlas. Lo mejor de los parques naturales es que los animales no se sienten amenazados por el hombre y los puedes observar de cerca, no nos tienen miedo.
La última noche en el parque la pasamos fondeados en Saltwhistle Bay. Una bonita playa al norte del parque pero muy masificada de veleros. Bajamos a pasar la tarde en la playa y estuvimos investigando un poco la isla y al día siguiente después de desayunar pusimos rumbo a Union Island, donde fondeamos en Chatham Bay y en Clifton Bay.
El 5 de Junio hicimos el check out de St Vincent & The Grenadines y pusimos rumbo a Grenada.